LOS 5 ELEMENTOS DE LA NATURALEZA EN NOSOTROS 

El Agua: El 70% de nuestro planeta está cubierto por agua y aproximadamente el mismo porcentaje se encuentra en el cuerpo humano. El agua, como origen de la vida. Sin agua todo a la larga perece. Todas las manifestaciones del elemento agua desde la líquida hasta la gaseosa, desde una inundación, hasta una sequía y desde el congelamiento hasta la ebullición; todos estos estados pueden encontrarse en el cuerpo humano. El balance hídrico, su buen flujo y su proporción tienen que estar modulados de manera óptima. El sistema de los riñones y la vejiga regula el balance del agua en nuestro organismo.

La madera: Está representada a través de las plantas y árboles y sus productos en la naturaleza. Desde la delicada manzana hasta un leñoso colirrábano; desde un brote sobre el flexible bambú hasta un reacio roble. Desde hojas delgadas, hasta la corpulenta estructura de un agave. Así pues, se le otorgan a la madera también múltiples manifestaciones. En el ser humano la madera se muestra por ejemplo en los tendones y en las uñas, así como en el cabello. El hígado y el sistema de la vesícula biliar regulan la madera en el organismo. 

El fuego: El núcleo de la tierra es una enorme bola de hierro candente. El centro. Erupciones de magma explotan hacia la superficie, destruyendo los alrededores y dando a luz, al mismo tiempo, a continentes. El calor, el fuego como un imprescindible catalizador de todos los procesos de transformación. Todo lo que queremos transformar de un estado al siguiente necesita de fuego. Convertir el hielo en vapor o fundir metal duro, cocer el asado y mantener al sistema circulatorio en buenas condiciones. El sistema cardiovascular regula el fuego en nuestro cuerpo. 

La tierra: El campo alimenta a la humanidad y a los animales. La tierra tiene que ser bien cuidada: con agua, minerales, fertilizantes orgánicos, aire, luz y amor. También le está permitido ser improductivo, y de hecho debería serlo de vez en cuando, de lo contrario amenaza el desecamiento y con él la consecuencia de un posterior anegamiento. Entonces se obtiene, en vez de fragante y aireado humus, sólo un pegajoso barro o una atascada escoria. El estómago y el bazo regulan la tierra en el organismo.

El metal: Minerales como el oro y la plata, así como cobre, hierro y magnesio, son parte de las valiosas cosas que nuestra tierra produce y que pone a disposición de la humanidad. Traspolado a nuestro organismo, podemos ver que los electrolitos están involucrados de manera esencial e indispensable en su funcionamiento. El hierro asemeja a un taxi que va por la sangre para transportar oxígeno, potasio y magnesio para impulsar al sistema nervioso y a los músculos. Los pulmones, a través de su función de fuelle, procuran la continua saturación de la sangre y con ello el abastecimiento del organismo con nobles substancias.

Emociones: Aunque no son consideradas como un elemento en sí mismas, son el medio que regula la relación entre ellos.  O sea, entre el entorno y yo.   Las emociones examinan y analizan las situaciones ¿es esto algo bueno o no para mi?  Las emociones son una parte importante del ser humano y pueden ser contempladas como representantes de los órganos. Estos representantes negocian entre el adentro y el afuera y manifiestan nuestra posición en el mundo. Tienen una influencia directa y están al mismo tiempo subordinadas a las leyes de cada elemento. Cada órgano está representado por una emoción determinada. Los refranes o dichos populares son buenos ejemplos de ello: usted ama seguramente desde el corazón y no desde los riñones. Esta antigua sabiduría, tan trillada como pueda sonar, está también entretejida en la medicina china e inseparablemente involucrada en la salud y el bienestar.

 


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